El azúcar y las golosinas (caramelos, confites, nubes de algodón) son productos sensibles a las altas temperaturas, a la humedad y a los olores. Además, al ser productos alimenticios para consumo directo, requieren de un cuidado higiénico muy importante, por lo que el uso de las mantas térmicas Embatuff es fundamental.
El problema de la temperatura en el transporte de golosinas
Para evitar que las golosinas o el azúcar se vuelvan pegajosos, se recomienda que durante el almacenaje y transporte se mantengan en lugares frescos a temperatura que no sobrepase los 22ºC, además de protegerlos de los rayos directos del sol o su cercanía a fuentes de calor.
Las bajas temperaturas deben evitarse, ya que los chicles y otras golosinas gomosas, se vuelven quebradizos y difíciles de masticar.
El problema de la humedad en el transporte de golosinas
Las golosinas tienen un alto contenido en azúcares que atraen el vapor de agua y con ello cualquier olor ambiente, por lo que conviene que estén en entorno seco y libre de olores.
Se recomienda transportarlos dentro de su empaque original y en condiciones de humedad relativas (HR) por debajo del 50%, lejos de vapores o goteras provocadas por la condensación.
Recordemos que los cambios extremos de temperatura ayudan a crear el fenómeno de condensación.
Soluciones para controlar la temperatura, la humedad, los olores y las condiciones higiénicas
Tanto nuestras mantas térmicas Embatuff thermal liner como Embacover pallet cover pueden proteger de la temperatura, humedad y olores, además de mantener la carga higiénicamente aislada del contenedor.
Considerando las tolerancias de las golosinas ya mencionadas, recomendamos consultar con nuestros expertos para asesorarles en la mejor solución.